La casi derrota de llundubug

Com ja sabeu, fa dos anys que Leonel Virosta colĀ·labora amb nosaltres fent classes de biologia per a infants/adolescent homeschoolers.

D’aquestes classes, una alumna ha volgut compartir amb vosaltres un conte que ha escrit.

Us el deixem a continuació. āœļøšŸ¤“

La casi derrota de llundubug

Habƭa una vez, una pequeƱa ciudad fue formada por un buen rey llamado Buenecillo.

Buenecillo era un joven casado con una princesa del reino de roma. La pareja feliz

descubrió una isla llamada tulipania, los dos juntos formaron una ciudad llamada llundubug,

a la ciudad llegaron millones de personas. Tanta gente que terminó haciendo unas murallas.

50 años después llundubug estalló una guerra terrible. Unas bacterias entraron también

virus y salió un cÔncer en el castillo o el cerebro de la ciudad. Primero salieron los guardias

o macrofagos principales pero no sirvió de mucho contra la gran inacción de bacterias que

habĆ­a, en cuanto a los poblanos no tenĆ­an mejor suerte los virus les entraban en sus

cuerpos, y el castillo estaba hecho un lĆ­o con todos los traidores que el rey habĆ­a acumulado.

Un grupos de personas llamadas asesinas naturales o NK miraban una por una las

personas de la ciudad y si alguien estaba infectado por los virus se le mataba en la horca en

la que se habĆ­a hecho una fila interminable. Los soldados llamaban y llamaban refuerzos

primero a los neutro filos despuƩs a los moncitos de millones de carruajes salƭan y salƭan

millones de hombres dispuestos a luchar por la corona y llumdubug y tambiƩn las dentriticas

despertaban a los linfocitos. En el castillo un grupo de revelados intentaba gobernar la

ciudad, unos cirujanos gigantes cortaban con unas tijeras el castillo en las partes que

habĆ­an los rebeldes. Lejos del castillo en la ciudad los soldados intentaban matara las

bacterias pero las bacterias no se bencina tan rƔpido tenƭan armadura y cuando querƭan

escupían toxinas venenosas. El virus 🦠 ya se había es terminado y ahora toda la ciudad

luchaba contra las bacterias. El cirujano gigante ya habĆ­a exterminado a los rebeldes y el

rey se ocupaba de la ciudad y de las bacterias que la querĆ­an atacar y querĆ­an tener mucha

jente a la que mandar por lo que obligaron al rey a dar llamada de alarma a los paƭses mƔs

cercanos, pero antes de que llegaran la bacterias habĆ­an desaparecido y ahora un grupo de

gente muerta herida y cenizas reinaban en la ciudad. Por fin libres de las bacterias del virus

y de los ciudadanos rebeldes, asĆ­ termina nuestro cuento. Entre virus, bacterias y rebeldes

esta ciudad vivió feliz hasta el final de sus días.